sábado, 3 de mayo de 2008
"¿Electrodos para la Memoria?" Nuevo tratamiento para Alzheimer
El neurocirujano Andrés Lozano investiga los beneficios que puede proporcionar la estimulación del cerebro a personas con Alzheimer.
A finales de enero, una noticia sobre una operación en la que de forma casual un paciente recuperó la memoria ocupó minutos de informativos y páginas de periódico. Se abre una nueva puerta para combatir el Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que, junto con el Parkinson, tiene visos de convertirse en epidemia en una sociedad cada vez más longeva.
«La comisión de ética nos dio el OK para practicar una cirugía experimental a un paciente que trataba de bajar de peso en la que se trataba de estimular los centros del cerebro, en el hipotálamo, que controlan la saciedad y el hambre». La operación, practicada con el paciente despierto, consistía en colocarle unos electrodos y aplicarle corriente eléctrica con el fin de cambiar el funcionamiento de esos centros y disminuir el hambre.
La tecnología empleada en esta técnica, denominada 'estimulación cerebral profunda', consiste en una especie de marcapasos cerebral que se controla mediante un mando a distancia. «Y, de repente, nos contó que cuando encendíamos el marcapasos y estimulábamos el cerebro le venía a la memoria un evento de hace 30 años, una escena bastante compleja en la que estaba paseando en un parque con una amiga. Era capaz de describir cosas como la ropa que llevaban o el tiempo que hacía. Fue algo totalmente inesperado, una especie de momento ¡Eureka!».
Al cabo de un mes, volvieron a estimular el cerebro del paciente y de nuevo se reprodujo esta especie de déjà-vu. Además, los médicos comprobaron que a medida que aumentaban la corriente aplicada en ese lugar del cerebro los recuerdos se volvían más detallados.
Lozano explica que dejaron el estimulador encendido durante un mes. A los 30 días, le sometieron a pruebas neurocognitivas y comprobaron que la memoria verbal había mejorado de forma considerable. «Le hicimos pruebas de memoria con el aparato encendido y apagado, y comprobamos que cuando estaba encendido su habilidad memorística era superior. También vimos que cuando encendíamos el aparato había una activación en los circuitos del cerebro que controlan la memoria».
Gracias a este hallazgo por sorpresa ya se sabe que «esos circuitos del cerebro, aunque no se conozcan del todo bien, son 'alcanzables' y es posible controlar su actividad utilizando la electricidad». Y todo ello tiene unas claras implicaciones clínicas, «porque, en teoría, podría ayudar a pacientes con trastornos de memoria, como el Alzheimer».
Y en eso están. El equipo de Lozano ha recibido permiso para operar a seis pacientes con Alzheimer en fase leve. Cuatro ya han sido intervenidos y el quinto pasará la semana que viene por el quirófano. «Han tolerado bien la cirugía y les controlaremos durante un año para ver si su memoria mejora y podemos frenar la enfermedad», explica el neurocirujano, quien atempera las expectativas recordando que «entre un descubrimiento y su aplicación clínica suelen pasar unos 10 años. De momento estamos investigando en fase I y luego habrá que aumentar el número de pacientes, comprobar los efectos adversos...».
De todas formas, Lozano reconoce que este tipo de avances se sitúan entre la ciencia y la ciencia ficción: «Nadie se imaginaba que fuésemos capaces de aumentar o controlar la memoria estimulando partes del cerebro humano. Hemos empezado a abrir una puerta y vamos a aprender mucho de los circuitos que controlan la memoria. A ver si somos capaces de utilizar estos conocimientos para tratar enfermedades».
Ya se ha logrado, por ejemplo, con el Parkinson. «Se puede influir en todo lo que hace el cerebro (visión , ánimo, apetito...). Se trata de introducir electrodos en diferentes circuitos del cerebro: para el Parkinson, por ejemplo, tocamos el circuito que controla los movimientos». Una intervención a la que han sido sometidos unos 40.000 enfermos. La estimulación cerebral también está siendo aplicada a personas con depresiones muy profundas. En este caso, las investigaciones están en tercera fase y se ha visto que estas personas logran «salir del pozo» sin que pierdan la capacidad de sentir emociones como la tristeza.
http://www.neurocirugia.com/index.php?entry=entry080427-202552
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1 comentario:
Qué bueno que se le dé más difusión a este tipo de tratamientos para padecimientos que conlleven a una actividad neurodegenerativa, ya que son de las enfermedades más crueles para/con el paciente.
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